viernes, 23 de septiembre de 2011

El puesto del hombre en el cosmos


La antropología que nos presenta el autor con la lectura “El puesto del hombre en el cosmos”, es una antropología muy cercana a la que hoy en día es más común en pensar y de igual forma una antropología muy cercana a la que concibe el cristianismo.
El hombre que nos presenta este autor es un hombre no solo racional, no solo instintivo y ni sensitivo; sino un hombre con todos estos atributos y un espíritu, que se relaciona mucho con lo racional, pero que va más allá, algo que apunta a características que tienen que ver con la moral.

La antropología que nos presenta es una antropología en la cual se ve al hombre como un conjunto de muchas cualidades propia de sí (espíritu) y similares con respecto a las plantas y a los animales.

El lugar que ocupa el hombre en el cosmos, es un lugar especial que lo diferencia de todos los demás seres vivos. Un hombre que según el autor para poder ir poco a poco conociéndose mejor y conociendo su entorno, para llegar a ser él mismo, tiene que tener una mirada fenomenológica, poner en paréntesis lo que conoce y todo cuanto ve, saliendo así de la realidad, para profundizar en lo que hay más allá de la realidad que se nos presenta.

El ser humano es conciente de si mismo, que existe en el mundo, de su naturaleza, que vive con otros seres humanos y razona. En tanto, los animales son inteligentes, tienen memoria asociativa pero no se pregunta de las cosas, no razonan, tienen conciencia pero no esta en si, lo que nos hace diferentes a los animales es el espíritu pues este es libertad.

Por tal motivo el animal es afectado por las situaciones, al igual que el ser humano pues este es afectado tanto por las situaciones como por su propio ser y es este quien se da cuenta de cuanto lo afecta.  El conocerse a uno mismo, el aceptarme y si no reaccionamos ante las situaciones seriamos como animales y no lo somos, por el contrario  somos seres humanos iguales, pero diferentes.

Se trata de romper con los esquemas modernistas y se busca tener un importante consentimiento de lo que en realidad es la concepción humana. Ya no es aquel individuo que se esta comparando como una especie de maquina, con diferentes partituras y elementos similares a un resorte y las respectivas piezas que forma toda su armazón. Haciendo referencia al sistema ósea que esta compuesto toda la articulación y el funcionamiento de ella.
En el autor,  busca reflejar la forma de proceder del ser humano a diferencia de los animales, donde las personas son animales, pero no del todo a diferencia de ellos tiene conciencia de si y es conciente que la posee. Los animales la tienen, pero ellos no son concientes de tenerla, porque se rigen a través de los instintos. También los animales tienen espíritu; pero los seres humanos tienen memoria que le ayuda a ser concientes de su proceder y es el único animal que tropieza con el mismo obstáculo cosa que los animales que por medio de su instinto no lo vuelven a cometer. Las plantas a diferencia de los animales y seres humanas no poseen un espíritu; pero si su sistema vegetativo es comparado con el sistema digestivo y óseo  que posee las personas.

Podemos entonces entender al hombre como un ser que, se conoce en cada momento y además conoce lo que le rodea. Su posición privilegiada en el cosmos le permite comprenderlo, y dominarlo. A diferencia del animal el hombre es conciente del mundo en el que esta inserto; lo conoce e interpreta y aprende de el, esto es importante pues el hombre aprende de cada situación que vive; su inteligencia participa de manera activa haciendo de su estructura cognitiva una mas superior a medida que avanza en experiencias.
El aprender el tener Iniciativa, creatividad…etc. son capacidades  privilegiada del hombre. El hace de toda cosa incluso hasta de si mismo un objeto de estudio.

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